Cuando poco a poco iniciamos con los preparativos de adviento para la llegada de la fecha más importante del año, “La Navidad”, nuestro espíritu cambia, se siente muchísima más alegría en nuestros hogares.
Debo confesar que esta, nuestra segunda navidad con Jexana José me emociona aún más, a su año y medio de edad, es más consciente que estamos viviendo días distintos, le cantamos canciones navideñas y le platicamos que el niñito Jesús está por cumplir años jaja, me pareció una forma sencilla para explicarle a una bebé que la importancia de la fecha se centra en el niñito que está por nacer.
En la Navidad o Natividad, precisamente lo que conmemoramos es el Milagro más grande de Amor, Dios nos envío a su hijo para salvarnos, Jesús de Nazaret nace del vientre de una especial mujer, la Virgen María.
En esta navidad tengo tanto que agradecer, agradezco a Dios por permitirme el don de ser madre, y regalarme a mí también un hermoso Milagro de Amor, algunas personas cuando me escuchan decir que mi hija es nuestro Milagro, lo relacionan con que quizás luchamos mucho por razones de infertilidad o tantas causas con las que se tienen que enfrentar muchos matrimonios que desean concebir, pero no fue nuestro caso, yo la llamo nuestro Milagro porque cada uno de nosotros lo somos, que del vientre de una mujer surja una nueva vida es para mí un verdadero Milagro.
Al igual que muchas de ustedes, desde los primeros días de mi embarazo, decidí acompañar el recorrido hasta el momento del parto con una app, esta aplicación me fue mostrando día con día como crecía Jexana José dentro de mí, y aunque eran muy científicas las descripciones yo las vivía diferente, me encantaba saber cómo la ciencia me indicaba el progreso de mi hija, pero a la vez, me maravillaba del poder de Dios, porque sabía que cada centímetro de su cuerpo y de su Ser estaban siendo tejidos por la manos de nuestro Señor.
Ser mamá, papá o en muchos hogares ambos a la vez no es nada fácil, pero a pesar de lo cansado y estresante que resulta la cotidianidad y aunque sus hijos ya no tengan la inocencia de un bebé, no dejen de verlos como ese gran Milagro que Dios les regaló el día de su nacimiento.
En esta navidad llenemos a nuestros hijos (as) de amor, de muestras de cariño, manifestándoles que, así como festejamos el nacimiento de nuestro Salvador, celebramos la llegada de su vida a nuestro hogar y que el regalo más grande que ellos también recibirán para esta fecha es sentirse Amado.
Muchas Madres llaman a sus hijos Bendición y lo son, pero yo prefiero llamarla mi hermoso Milagro de Amor, pues al ver sus ojos y ser testigo que está creciendo en Estatura, Gracia y Sabiduría la veo y creo estar viendo a Dios.
Deseo que en todos los hogares nos preparemos para dar posada en nuestros corazones a la familia más sencilla y valiosa a la vez, de la cuál nació el mayor Milagro que pudo llegar a este mundo, Jesús.
Jexana Carrillos